El 20 de diciembre del 2008, Carlos Ernesto Castro Cadena firma su contrato por un año con Barcelona y se convierte en uno de los más de 10 refuerzos del Barcelona 2008, "el equipo de la década". Desde hace tiempo, primero en Aucas y luego en El Nacional, Castro se destacó por ser un defensa muy eficiente, tal vez no tan mediático como otros, pero sí cumplidor y con un gran despliegue en la cancha. Antes de entrar en detalles, sólo por esta vez se merece unas felicitaciones Ever Hugo Almeida por ser quien influyó en la llegada de castro, así como también la dirigencia que negoció arduamente con el 'cadete'.
Inmediatamente empieza a jugar en el primer equipo amarillo, Castro muestra que su contratación no fue en vano. Amarillo desde pequeño, este defensa central se convierte en el baluarte de una defensa muy criticado en la primera etapa, con un Omar de Jesús muy "a la Almeida", y con un Óscar Bagui nervioso, más el terrible desempeño del 'Bam Bam' Hurtado como su pareja en el centro de la zaga.
Su trabajo silencioso, perfil bajo y garra demostrada en todo los partidos le valió para ganarse el cariño y respeto del aficionado barcelonista. Es justo reconocer que es el primer capitán por méritos que tiene Barcelona desde la partida de José Francisco Cevallos, insigne jugador del club canario.
En varias ocasiones, pienso que irrespetando el honor y gloria de usar la banda de capitán, los técnicos y dirigentes han desprestigiado la cinta de capitan del club más grande del país al otorgarsela a cualquier jugador de un supuesto cartel, tal es el caso de Jorge Bermúdez y Gastón Sessa. El primero un total fiasco, jugador lento que vino en el 2004 para pasar desapercibido y sin una pisca de la categoría de años atrás. Y el 'Gato', que dentro de todo se ganó a cierta parte de la hinchada, pero que tampoco reunió los méritos adecuados para ser capitán del club.
En esta ocasión, aunque Castro recién lleva ocho meses con Barcelona, es un jugador que demuestra compromiso, garra, corazón, valentía, y además es barcelonista. Estoy seguro que con su profesionalismo defenderá el camerino canario de los malos elementos, y será un digno representante del sentimiento amarillo en el equipo.
Felicitaciones atrasados a Carlos Castro, un profesional que contenta a la gente con su entrega dentro y fuera de la cancha. No necesitó de 60 mil dólares de sueldo para demostrar que el amor a una camiseta puede más que todo...
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