Peco de impertinente, pero sin temor a equivocarme, ayer, todo el país lloró. Claro, algunos de felicidad, otros de tristeza.
Crecí imaginándome al capitán de mi Barcelona, de mi equipo, levantar la Copa Libertadores en el Monumental, con 85 mil personas, todos llorando y celebrando el primer campeonato de América de un equipo ecuatoriano.
Sin embargo, un dos de julio, a las 23 horas, las lágrimas se me salieron, no llanto ni sollozos, pero sí varias lágrimas. Nunca pensé que dolería tanto observar esa escena que ahora se convirtió en una pesadilla.
Mi sueño, y el de muchos amarillos, se desvaneció este año, en menos de seis meses. Sarcásticamente digo: "Gracias derechistas, gracias por ser el cáncer que tiene en terapia intensiva a mi equipo. Gracias a todos los jinetes apocalípticos que han pasado por Barcelona y que fueron y son afines a esa lista fatídica, que ha hecho con Barcelona lo que le ha dado la gana, usándola hasta de trampolín político. Nuevamente, gracias por matar un sueño barcelonista y dejar que otros lo cumplan. Gracias por esos "6" Presidentes que tuvimos desde Romero hasta Roggiero. Mil gracias por dejarnos con las manos vacías y con un álbum de fotos con recortes viejos y añorados. ¡Gracias, Bigotón!
Maldito sea el momento que nuestro sueño se convirtió en pesadilla, en que la Copa que tuvimos dos veces en nuestra casa, sólo prestada, ahora se muestre en la vitrina de otro equipo que no sea Barcelona... La realidad es que, ahora sí, la historia ya no nos da una mano, no nos volverá a llegar de regocijo cuando estemos en el piso. Ahora hay alguien que superó nuestra historia, ya sea momentanea o sigan trabajando de la misma forma, ayer perdimos la hegemonía local. Y no te culpo mi Barcelona, culpo a los parásitos que dañaron tu nombre... ¡Cuándo dejarán tranquilo a Barcelona y no lo convertirán en tarima política!
Mi equipo, te mereces más, te mereces un Presidente sin fines políticos y sin discurso tradicional y político... Barcelona, te mereces más que esto, te mereces levantar la Copa y ser campeón de América y del Mundo. Pero mientras estén los mismos de siempre, el desenlace será igual... Hoy lloro por ti Barcelona, no por no ser ecuatoriano, sino porque desde que nací, siempre soñé con lo que hoy es mi pesadilla.
Pero aunque estemos en las adversidades, siempre recuerden que a pesar de que un 2 de julio, el sueño amarillo se acabó, hoy 3 de julio, en la mañana, el sol brilló más que nunca, ese sol amarillo invadió el país para decir: "Lo hicieron y bien por ustedes, pero nunca dejaremos de ser el MÁS GRANDE DEL ECUADOR".
Desde hoy soy de "Camino Amarillo". Mi sueño, y el de muchos: Regresar a Barcelona a la plana mayor de América.
DAVID FERNANDO MONTOYA VÉLEZ (COLOMBIANO)
Hace 14 años
Yo tambien llore. Asi como lloramos todos en el 90 y lloro Trobbiani porque perdimos la final del 90. Ayer llore porque si de algo nunca tuve duda en esta vida era de que la primera Copa Libertadores ecuatoriana tendria el nombre de Barcelona. Y ayer PERDIMOS eso, ese sueño ayer se acabo para siempre.
ResponderEliminarLlore por nuestra desgracia de haber anhelado tanto algo por tanto tiempo para que unos recien llegados que no pensaron en algo asi ni la centesima parte de lo que lo hicimos nosotros, se lleven nuestro anhelo y practicamente caminen sobre nuestra historia y la manden al tacho de la basura para siempre y en el Maracana lleno, nada mas y nada menos, en la ciudad mas futbolizada del mundo, sacando lagrimas como solo se habia visto en la epopeya uruguaya del 50...no se merecian tanto, no tanto, y lo dije "Dios le da pan al que no tiene dientes"...
Si llore carajo, de ver a Cevallos tan gigantesco llevando a los blancos a la gloria maxima, POR QUE NO CON NOSOTROS, POR QUE NO CON NOSOTROS, MALDITA MALDITA Y MIL VECES MALDITA SEA!!!!!
Cuando murio JJ el pueblo dijo...solo nos queda Barcelona...ahora no nos queda nada...ni los recuerdos, que ahora parecen estupidas exageraciones, cuentos de viejas, consuelos de tontos...estupideces de equipo chico.
Yo no tengo tanta esperanza como otros, esto fue un golpe mortal a mi amor por el equipo, no se, quizas tenga que replantearlo algun dia, verlo de otra manera, sentirlo de otra manera, tal vez de una manera mas madura, mas racional, pero el Barcelona que yo quise desde niño hasta mis 33 años ha muerto para siempre. Y la muerte no tiene remedio.
Buena suerte Barcelona, gracias por haberme hecho feliz tanto tiempo, pero mi corazon esta destruido, ya no podre acompañarte.
Kain.